El tiempo nunca va tan lento y desesperante como cuando estamos en ese punto donde aún no hemos conseguido ningún trabajo y ya hemos dado millones de vueltas postulándonos para varias vacantes. Podrían pasar solo dos semanas y sentirse como un año.
Es un momento en donde se pone a prueba nuestra autoestima laboral y cuánta certeza tenemos de que podemos funcionar bien si nos dan una oportunidad.
Durante este tiempo, somos muy susceptibles a sentirnos desesperados si no contamos con la seguridad de que es normal pasar por entrevistas y lapsos sin propuestas.
Es posible entonces que dentro de esta angustia nos llegue la oportunidad de emplearnos en un puesto que no está relacionado con nuestra carrera.
Pero ¿esto puede tener consecuencias negativas?
Todo dependerá de tu contexto específico. Hay casos en donde puede ser una gran opción que traiga muchos beneficios y hay otros en donde puede ser una decisión sumamente negativa.
En este artículo, te podemos ayudar a determinar cuál es tu situación:
Razones para SÍ tomar el empleo
Dependiendo de la edad en la que te gradúes (en esto afectará la edad que tenías al momento de salir de secundaria y los años que tomó tu carrera), puede que signifique un comienzo para preparar tu currículum.
Incluso si no está directamente relacionado a tu profesión, muchos gerentes a la hora de contratar a un nuevo empleado, buscan conocer la postura que tienen sus candidatos respecto a asumir responsabilidades y la organización.
Trabajar previamente en algún sitio, podría significar ganar una reseña para luego aspirar a un mejor empleo. Claro, nuestro desempeño debería ir al máximo, incluso si no es el empleo que teníamos en mente al comienzo. De lo contrario, puede significar una mala reseña laboral que más bien evite que puedas ser contratado.
El momento de escoger una carrera universitaria es muy complejo. Muchas veces intentamos satisfacer nuestros sentimientos y optar por una carrera por la cual sintamos pasión, independientemente del estado del mercado.
Pero una vez finalizamos nuestro período académico y contamos con un título que valide nuestro conocimiento en la materia, nos podemos enfrentar con un mundo que no está dispuesto a remunerarnos de la forma en que necesitamos.
Si este es tu caso, hay que tomar una decisión realista y madura respecto a cómo queremos continuar en los próximos años.
Si tenemos una vacante que nos ofrece mucho más dinero por nuestras horas de trabajo, entonces es una gran solución para posibles problemas financieros.
Hay que tener en cuenta que no tiene porque significar el fin de nuestros estudios y nuestra investigación. Podemos seguir interesándonos por nuestra carrera sin ningún problema.
Si crees que este trabajo alternativo también puede aportar un nivel de crecimiento a nivel personal e incluso profesional, entonces también puede ser una buena alternativa.
Claro, hay que siempre poner en peso cuál va a ser el salario que recibiremos por este puesto. No podemos renunciar a las posibilidades que nos puede otorgar el título por el cual trabajamos anteriormente, si esta propuesta no nos otorga ganancias superiores.
Si está en equilibrio, entonces dependiendo del puesto al cual estamos optando podría otorgarnos grandes enseñanzas a nivel personal y profesional.
Ya hablamos sobre posibles motivos para aceptar esta propuesta. Ahora veamos situaciones en donde quizás no sea lo más conveniente:
Hay casos en donde nuestro único incentivo para desviarnos de nuestro camino es una necesidad económica. Es decir, estamos actualmente sin empleo y necesitamos lo más rápido obtener una solución para poder satisfacer nuestras necesidades básicas.
Es una situación muy compleja, pero debemos agotar todas nuestras alternativas antes de sucumbir ante la salida más fácil.
Puede ser por medio del préstamo de una entidad bancaria o quizás un familiar que pueda ayudarnos en este panorama tan complejo.
Si este es el principal incentivo, entonces nos perdemos de una oportunidad laboral que nos ofrece más crecimiento a nivel personal y profesional. Además, corremos el riesgo de caer en una comfort zone, en donde luego podría ser complejo salir.
Aquí, puede que te veas seducido por alguno de los puntos que desarrollamos más arriba. Sin embargo, en ningún momento hablamos de personas que tuviesen antigüedad en una compañía.
Si este es tu caso, realmente debes poner en una balanza los aportes que te entrega tu trabajo actual. Puede ser que estés cerca de un ascenso o que simplemente cuentes con un empleo que te ofrezca seguridad.
Si cuentas con un sueldo estable, entonces hay que tener cuidado antes de cruzar el puente y correr riesgo de poner en peligro tu estabilidad económica.
Claro, si sientes que llevas tiempo estancado en un mal ambiente laboral, entonces sí puede ser una solución. Pero la antigüedad en una empresa puede verse como una inversión que hemos puesto y es necesario revisar si estamos a punto de dar con la olla de oro al final del arcoíris.